So frikin stupid this 'chico méxico pobrecito' act of Creel and Fuentes ... i have a lot of respect for Fuentes from other positions but he loses me in using 'achichincles' to describe those prepared to battle terrorism ... there were hundreds of mexicanos dead in the WTC ... and even if there hadn't been, there were dead of eighty other countries ... many though the sins have been of the USA, they did not warrant this act, and US actions since have not been indiscriminately brutal, statements from their current powers that be have not demonstrated arrogance reminiscent of past injustice ... good on Fox and Castañeda for voicing full support of all righteous action, imho .... eh?
Time to join the world, look we're on the security council tomorrow, let's act in a responsible and honourable manner with an objective world view, there are one hundred millions of us now, we are no longer small nor weak -
'México, al Consejo de Seguridad: un corto y empedrado camino
Este lunes, la Asamblea General de las Naciones Unidas tiene programado elegir a cinco miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. México presentó su candidatura desde diciembre de 2000. La Cancillería invirtió enormes esfuerzos de cabildeo y todo indica que nuestro país será uno de los elegidos, aunque el embajador estadunidense, Jeffrey Davidow, ha manifestado sus dudas sobre si México está realmente preparado para ello.
Yetlaneci Alcaraz y Homero Campa Fotos: Octavio Gómez
Para el gobierno de México es un hecho su elección como miembro no permanente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. "Pasamos en la primera vuelta, y pasamos incluso cómodamente", declaró el jueves 4 el canciller Jorge G. Castañeda.El propio embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, lo reconoció una semana antes —jueves 27 de septiembre— durante el ciclo de conferencias The Turning Point: México's Choise in the Changing Global Economy, realizado en el hotel Four Seasons de la Ciudad de México.
"(La elección de México al Consejo de Seguridad) es prácticamente un hecho consumado", dijo. Pero de inmediato advirtió que ello puede provocar "cierto riesgo" en la relación con Estados Unidos, debido a que México tiende a bilateralizar su política exterior.
De acuerdo con algunos participantes en el evento —alrededor de 70 personas, básicamente empresarios de ambos países—, el embajador Davidow hizo el comentario después de que Rafael Fernández de Castro, director del Departamento de Relaciones Internacionales del ITAM, criticó al presidente Vicente Fox por la falta de definición política ante los sucesos del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Desde su mesa, durante la cena, y en presencia de Anthony Lake, consejero de seguridad nacional del presidente Bill Clinton; de Peter Tarnuff, subsecretario de Estado, también con Clinton; y del subsecretario de Relaciones Exteriores, Miguel Hakim, Davidow comentó su sorpresa por la reacción nacionalista en el país ante el apoyo del Ejecutivo a Estados Unidos y preguntó si México estaría lo suficientemente preparado para un puesto en el Consejo de Seguridad, según la versión recogida por Proceso entre varios de los comensales.
Las dudas del embajador Davidow tienen sentido: México ingresaría al Consejo de Seguridad en un contexto internacional muy distinto al del momento de proponer su candidatura: sentado junto a Estados Unidos —con poder de veto—, quien, tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, lanzó la advertencia: "o están con nosotros o están con los terroristas".
Más aún, México lo haría después de que sectores en Washington —así como la prensa estadunidense y europea— calificaron de "tibia" la reacción del gobierno mexicano ante el apoyo que demandaba Estados Unidos, percepción que el presidente Fox trató de recomponer con una visita tardía el jueves 4 a Washington y Nueva York.
Hasta el viernes 5, Estados Unidos no había definido, al menos de manera pública, su voto entre las candidaturas de México y República Dominicana, el otro aspirante de la región latinoamericana.
Labor diplomática
Este lunes 8, la Asamblea General de Naciones Unidas tiene programado elegir a cinco miembros no permanentes del Consejo de Seguridad que sustituirán, a partir del 31 de diciembre, a Bangladesh, Jamaica, Malí, Túnez y Ucrania.
México presentó su candidatura en diciembre pasado. Desde entonces, el canciller Castañeda realizó un intenso cabildeo diplomático para obtener votos de todas las naciones del mundo: envió mensajes y mensajeros, propuso intercambio de votos y apoyos a otras naciones para puestos en organismos multilaterales, y, de manera indirecta, prometió inversiones y proyectos económicos del gobierno de México.
"Estamos pegándole a los 100 (votos)", dijo el propio Castañeda el 17 de agosto en conferencia de prensa durante la Cumbre de Río, en Santiago de Chile.
En su cabildeo, México "arrebató" votos ya comprometidos a República Dominicana. El 21 de junio, el canciller dominicano, Hugo Tolentino Dipp, declaró a la prensa de su país que "México está tratando de atraerse el apoyo de algunos países que ya se habían comprometido con República Dominicana".
Como ejemplo citó el caso de Panamá "que después de haber comprometido su respaldo con nuestro país, retiró su apoyo tras llegar a un acuerdo bilateral con México".
Incluso, sugirió que el gobierno de Fox estaba comprando votos. "Dominicana no tiene los millones de dólares que está gastando México para obtener un puesto en el Consejo de Seguridad".
En una "tarjeta informativa" del 26 de julio, la Cancillería mexicana dio respuesta a las afirmaciones de Tolentino Dipp: "La determinación de México de formar parte del Consejo de Seguridad, después de 20 años de ausencia, responde al deseo de que el país asuma mayores responsabilidades en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y de desempeñar un papel más participativo en uno de los órganos principales de las Naciones Unidas. La candidatura mexicana fue presentada en función de estas consideraciones y no en contra de ninguna otra aspiración".
La "división latinoamericana"
El gobierno dominicano argumentó que su país presentó su candidatura desde 1997 y, en cambio, México lo hizo a finales de 2000 y con ello dividió a los países latinoamericanos.
En una nota de prensa dada a conocer por la embajada dominicana en México el 2 de mayo, el gobierno del presidente Hipólito Mejía destacó: "Hacemos notar que la República Dominicana inscribió su candidatura para ocupar por primera vez un puesto como Miembro no permanente del Consejo de Seguridad en diciembre del año 1997. Anteriormente había postulado a esta misma posición en diferentes períodos, retirándose en aras de la unidad del Grupo Latinoamericano y del Caribe (GRULAC). La misma acción de retiro ha sido noblemente ejecutada tanto por la República de Guyana, así como por la República Bolivariana de Venezuela (...) quienes la han retirado con miras a la búsqueda del consenso dentro del GRULAC".
En respuesta, la Cancillería mexicana argumentó en la citada Tarjeta Informativa: "No existe un derecho de precedencia por medio del cual el primer Estado en presentar una candidatura adquiere un mayor derecho en la elección. Dentro de la creciente competencia por conquistar un lugar en el Consejo de Seguridad, México ha recibido solicitudes de apoyo para elecciones que se llevarán a cabo dentro de más de 10 años, sin que con ello se genere un derecho preferente".
Es más, destaca que mientras que México presenta por primera vez su candidatura al Consejo de Seguridad después de 20 años de ausencia, República Dominicana ha presentado su candidatura en seis ocasiones y en cinco de ellas retiró su aspiración y en las elecciones de 1982 perdió ante Nicaragua.
El 5 de julio, Tolentino Dipp anunció que República Dominicana había obtenido el respaldo de 13 de los 14 miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM), además de un "respaldo importante" en países de Centroamérica y "muchos sudamericanos".
Dos días después el canciller dominicano pidió a México declinar su candidatura a favor de su país: "El gobierno del presidente Fox debería declinar su aspiración para evitar una eventual fractura de la unidad latinoamericana, (...) además (el hecho) se vería como una muestra de solidaridad".
A la caza de votos
Sin embargo, México no consideró esa posibilidad. Por el contrario, incrementó el cabildeo diplomático.
Durante una gira oficial por Asia en junio, el presidente Fox logró "negociar" el apoyo de Corea, China y Japón. En Seúl, Fox y el presidente coreano Kim Dae Jung llegaron a un acuerdo: Corea apoyaría la candidatura de México a cambio de que el gobierno de Fox impulsara al coreano para presidir el propio Consejo de Seguridad. En China, Fox consiguió el compromiso verbal del mandatario Jiang Zemin. En Japón, según el canciller Castañeda, el gobierno respaldaría a México a cambio de apoyar la candidatura del padre de la princesa, el embajador Osawa, para la Corte Internacional de Justicia. "Se lo dimos. Así es como se hacen estas cosas", aseguró.
En julio, durante la 22 Cumbre de Jefes de Gobierno de la Comunicad de Caribe, Fox fue por más: ofreció duplicar la cooperación económica en esta región. Además, brindar asistencia técnica y científica para el combate del sida, mediar en los conflictos marítimos y territoriales, y crear mecanismos que faciliten el ingreso de países caribeños a tratados de libre comercio.
En esa ocasión el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Gustavo Iruegas, señaló que los ofrecimientos de México a las naciones del Caribe no eran para ganar votos, pero reconoció: "Hay una continua campaña y esto forma parte de ello".
Por su parte, en ese mismo julio, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores en la Cámara de Diputados, Gustavo Carbajal Moreno, visitó distintos países de Europa para reunirse con parlamentarios de las comisiones de asuntos exteriores de esas naciones a fin de "tratar de obtener su apoyo".
"Fuentes diplomáticas revelaron que tres potencias nucleares —Rusia, Gran Bretaña y Francia—, así como casi la totalidad de la Unión Europea, se comprometieron a apoyar la candidatura mexicana", informó el diario Milenio el 23 de julio.
Para ese entonces, la diplomacia mexicana ya había logrado "arrebatar" a Dominicana el apoyo de Panamá, Venezuela y Chile, quienes, en forma oficial o de palabra, ya se habían comprometido con el país caribeño.
El apoyo cubano
Cuba fue otro logro más para México. El gobierno mexicano dejó de lado el ríspido intercambio verbal protagonizado por los cancilleres cubano, Felipe Pérez Roque, y el mexicano, Jorge Castañeda, por la actitud de México en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra. Lejos de reaccionar a los comentarios de Pérez Roque —quien acusó a México de promover una condena en contra de Cuba y calificó a Castañeda de desleal y admirador de Estados Unidos—, el gobierno de Fox intensificó sus relaciones comerciales con la isla.
En mayo, una delegación mexicana firmó una docena de acuerdos de cooperación con el gobierno de Castro. En ese mismo mes, el secretario de Energía de México, Ernesto Martens, visitó la isla para explorar inversiones mexicanas en materia petrolera. Semanas después, La Habana hizo público su apoyo a México.
El canciller Castañeda reconoció en conferencia con los reporteros de la fuente que el apoyo cubano arrastraría el respaldo hacia nuestro país de naciones africanas y asiáticas que mantienen nexos con el gobierno cubano desde que éste apoyó a esas naciones en décadas pasadas.
En entrevistas publicadas el 23 de agosto por el diario dominicano El Caribe, ambos cancilleres volvieron a confrontarse: "México es un país poderoso (...) tiene una posibilidad económica que le permite movilizarse por todo el mundo en gestiones a favor de su candidatura", dijo Tolentino Dipp. Por su parte, Castañeda aseguró que "obviamente, no habrá declinación mexicana".
Sin reservas, Tolentino Dipp aseguró esa vez que "México vino a República Dominicana a ofrecernos, como contrapartida (para la declinación), apoyo en el 2005 para ser presidentes. Eso es grotesco. La primera vez que se nos acercan, lo hacen para decirnos que los apoyemos, como si México ignorara que tenemos una candidatura desde 1997".
En la misma entrevista, Castañeda reconoció el hecho: "Fuimos a hablar con Venezuela, con República Dominicana y con Guyana, y a los tres les pedimos que en vista del excepcional acontecimiento histórico que se acababa de producir en México, entendieran nuestra situación: un país que está pasando por una transición histórica. Les pedíamos a los amigos vecinos que fueran sensibles ante este hecho y que declinaran sus candidaturas ante la de México, que tenía una lógica muy particular".
Un hecho más reforzó esta contienda: México no ha otorgado el beneplácito al escritor Cándido Cerón como nuevo embajador de República Dominicana en México, a pesar de que Santo Domingo lo solicitó desde hace tres meses. Dentro de la práctica diplomática latinoamericana, si un gobierno no otorga dicho beneplácito dentro de los primeros tres meses, significa que el embajador designado no es de su agrado.'
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