EDITORIAL DE EL DIARIO EL PAIS.
EDITORIAL Al santo botón TODA la ciudadanía --o casi toda porque siempre hay algún despistado-- tiene una cierta idea que mañana habrá un acontecimiento político en el país, pero el porcentaje de quienes tienen cabal conciencia de lo que se trata es lamentablemente ínfimo, incluyendo a la gran mayoría de los que habrán de concurrir a las mesas receptoras de la Corte Electoral. Seguir insistiendo en explicar qué es un referéndum, qué significa comparecer en esta instancia ante las urnas y sobre todo para qué, a esta altura ya es inútil porque los que adhieran al recurso lo harán por militancia gremial, por disciplina partidaria, por amiguismo, por quedar bien, pero en definitiva, a ciegas en lo que respecta a la trascendencia de lo que van a hacer. Nos queda la tranquilidad de haber cumplido con nuestro deber, informando en reiterados editoriales, el contenido del recurso contra la ley, al que se llama a adherir, a diferencia de lo actuado por los convocantes. La militancia obedece. Convocan el Pit-Cnt y para quienes respondan ya es suficiente para acatar.
QUE beneficio habrá de traerles a ellos mismos o al país no es tema que estimule la curiosidad y menos la preocupación de los que se presenten. Tampoco para aquellos pocos, poquísimos, que hubieran tenido la suerte de recibir alguna explicación más detallada que la del mero eslogan, hay motivos para prestar atención a la otra campana. Informarse que lo que la ley que intentarán derribar procura que en el Puerto de Montevideo se puedan asociar el capital público y el privado para explotar con mayor eficiencia una terminal de contenedores, que puedan circular ferrocarriles por el territorio nacional, que es importante que el Poder Ejecutivo pueda comunicarle a las Empresas del Estado criterios sobre gastos de funcionamiento, que UTE pueda cobrar directamente el servicio de alumbrado público cuando las Intendencias se atrasan en los pagos, que Conaprole --como lo quieren sus dueños, los productores-- pueda competir con mayores facilidades y que sin dejar de ser una cooperativa admita la aplicación a su gestión de ciertas normas sobre sociedades anónimas, que se topee el patrimonio mínimo legal de las Afaps y que se modifiquen, para mejorar, algunas normas que rigen su funcionamiento, para el concurrente de mañana, es innecesario, por lo cual no vale la pena gastar energías en poner de manifiesto la sinrazón de las objeciones a estas normas, y al contrario, las ventajas que su sanción habrán de traer para todos.
SIN embargo, estamos a tiempo todavía para que la gente se entere que la izquierda ha hecho lo posible y lo imposible por ocultar información sobre lo que ataca. Así, los Ministros de la Corte Electoral que le son adictos, votaron en contra la resolución que dispuso que el Organismo informe públicamente cuál es el contenido de la ley que quieren derogar. Es la señal más clara de la conciencia que se tiene en el ámbito sindical y político que respalda el recurso, sobre la debilidad de sus argumentos y las ventajas del tapujo a su respecto. Por eso, éste también es tiempo útil para difundir la historia del proceso de este referéndum en trámite en el cual no tienen fe ni sus promotores.
LAS normas legales que se impugnan fueron promulgadas el 29 de junio del año pasado. Dos semanas después, a instancias del sindicato portuario, el Pit-Cnt consideró un planteo de referéndum que no tuvo en ese entonces mayoría para prosperar. En setiembre, el Suanp insistió, y con el apoyo de los plenarios de Flores, Artigas, Treinta y Tres, Río Negro, la FUS, el Suntma y los judiciales consiguió la afirmativa, con la oposición de los sindicatos de mayores adherentes, como AEBU, Federación Ancap, AUTE, Sunca y FUM. Es muy posible entonces que haya más trabajadores en contra que a favor del recurso.
En el plano político el 21 de agosto el Frente Amplio decidió no participar en esta campaña. Semanas después comunistas y tupamaros replantearon el tema, pero sin éxito. El 2 de octubre, el general Seregni se pronunció por primera vez en contra destacando que la atención política de la coalición debía centrarse en la ley de presupuesto, pero el 4 de diciembre, después que el Pit-Cnt recogió las firmas, la Mesa Política del Frente rectificó por unanimidad su negativa inicial y decidió apoyar la iniciativa. Se trataba, según se dijo, de "una lucha contra la política económica del gobierno" y ese fue el caballo de Troya de Vázquez desde entonces y hasta hoy. Pero como es sabido, dentro del Frente Amplio hay figuras relevantes que están en contra. Algunas se identificaron. Otras, en silencio, no comparecerán.
ASI, a los tropezones, entre dudas, idas, venidas y flagrantes contradicciones en escaso tiempo, llegamos a la instancia de mañana. En la edición de "Brecha" del 9 de febrero, bajo el título de "Un referéndum con un entorno adverso" se concluye que "... los impulsores... no han logrado crear una movilización generadora de una corriente de atracción y ni siquiera han reunido la militancia suficiente para pintarle la cara a las ciudades con afiches y carteles. Todos los apuntes realizados transforman esta instancia en cierto modo en un plebiscito sobre la oportunidad de recurrir al referéndum en ciertas circunstancias". Y este antojo le va a costar al país una millonada de dólares al santo botón. Pero si por lo menos sirviera para confirmar que a quienes lo impulsan la mayoría ciudadana ya los conoce, es barato. Al fin y al cabo, más se perdió en la guerra.
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