SI
SI
discoversearch

We've detected that you're using an ad content blocking browser plug-in or feature. Ads provide a critical source of revenue to the continued operation of Silicon Investor.  We ask that you disable ad blocking while on Silicon Investor in the best interests of our community.  If you are not using an ad blocker but are still receiving this message, make sure your browser's tracking protection is set to the 'standard' level.
Pastimes : URUGUAY, en Español. Pais Peligroso.

 Public ReplyPrvt ReplyMark as Last ReadFilePrevious 10Next 10PreviousNext  
To: Elio Madama who wrote (430)2/16/2001 5:34:42 AM
From: Elio Madama  Read Replies (1) of 505
 
EDITORIAL DEL DIARIO EL PAIS.

Torre de los Panoramas | Juan Carlos Urta Melian * El "sueño de una noche de verano" puede convertirse en realidad si se unen trabajo, entusiasmo e imaginación.
Mediomundo
El efecto del tiempo sobre la memoria oscila entre la sangría y la transfusión. Con el paso de los años unos recuerdos se debilitan y otros se robustecen. Entre estos últimos, vamos a hurgar en una vieja visión carnavalesca, reverberante y persistente. Una noche de "Llamadas" de hace muchos años, bajábamos por Cuareim a paso redoblado para llegar al Mediomundo antes de que saliese "Morenada". Cuando nos acercamos, Jorge Páez Vilaró, que nos acompañaba, con un imperativo "con permiso", nos fue abriendo el camino hasta dejarnos en primera fila bajo la arcada de acceso al conventillo.

Es difícil explicar lo que sentimos en aquel momento. Quedamos deslumbrados. Nos habíamos enfrentado de golpe a un cuadro vivo de Figari.

En el centro del patio, rodeando una fogata, un grupo de negros con túnicas en las que predominaba el color verde, calentaban las lonjas y afinaban los tambores con breves golpecitos de palo. En la baranda del piso alto se asomaban los vecinos del conventillo, y unas fantasmales sábanas blancas, colgadas en el fondo, se agitaban como banderas de parlamento bajo un cielo amenazante.

De pronto se formó la comparsa, y el repique de los tamboriles sonó, atronador, en la caja de resonancia del patio. Se abrieron paso entre la multitud que los aplaudía, y salieron a la noche. Triunfalmente salieron a la noche.

No hemos olvidado aquellos minutos que han seguido repiqueteando en nuestra memoria.

Incluso la resonancia de aquel espectáculo había sobrevolado las fronteras y era un motivo de atracción turística.

Pero llegó a este país una época nefasta en la que el diálogo fue sustituido por la orden, y un día, el decreto ministerial que le quitaba al Mediomundo su condición de bien histórico y cultural, hasta entonces amparado por la ley del Patrimonio, facilitó su inmediata venta y posterior ajusticiamiento. El nombre del verdugo quedó por un tiempo colgado de la fachada: "Carrara Demoliciones".

Lo que no resultó tan evidente como el cartel ni motivó entonces demasiados comentarios, fue la carga de la culpa sobre los responsables del despropósito. Sin embargo la sentencia condenatoria llegó del exterior.

Una entidad con sede en San Pablo, formada por arquitectos urbanistas preocupados por los atropellos de este tipo, y ejerciendo cierto control moral a nivel de la región, otorgaba anualmente (o sigue otorgando) el Premio "Atila" a quienes más se hubiesen destacado por su poder devastador.

Ese año le correspondió al Ministro de Educación y Cultura que había firmado el lamentable decreto.

Se había perpetrado, sin duda, un imperdonable atentado contra nuestra cultura y nuestra identidad, por varios motivos. El Mediomundo era un capítulo en nuestra historia arquitectónica, los falansterios de principios del siglo XX, que acogieron a la gente humilde y entre ellos a los inmigrantes con ansia de trabajar, que tanto influyeron en nuestra evolución social y económica.

Pero, además, en gran parte del siglo anterior, testimonió la integración social de la raza negra acogida con simpatía y disfrutada a través de un folklore que compartimos y sentimos como propio.

Sin embargo la inquietud que inspira esta nota, más que un motivo de censura por el pasado, tiene un propósito con vista al futuro: reconstruir lo destruido antes de que sea tarde. En el predio, actualmente baldío, no creemos que resultase muy onerosa la reconstrucción de una estructura bastante sencilla.

Tal vez se trate del "sueño de una noche de verano", pero hemos hablado al principio de trabajo y de entusiasmo, palancas todopoderosas, y le agregamos "imaginación", indispensable para financiar el proyecto.








Copyright © EL PAIS 1996-2001

Zelmar Michelini 1287, cp. 11100 , Montevideo ­ Uruguay
Tel: 902 0115 - Fax: 902 0464
cartas@elpais.com.uy e-publicidad@elpais.com.uy
Report TOU ViolationShare This Post
 Public ReplyPrvt ReplyMark as Last ReadFilePrevious 10Next 10PreviousNext