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Pastimes : URUGUAY, en EspaƱol. Pais Peligroso. -- Ignore unavailable to you. Want to Upgrade?


To: Elio Madama who wrote (222)2/7/2001 3:19:12 AM
From: Elio Madama  Read Replies (1) | Respond to of 505
 
PRESIDENTE BATLLE Y LOS COMBUSTIBLES.

combustibles y las cartas del Presidente Jorge Batlle

por Raúl Legnani

El presidente Jorge Batlle ha tenido la habilidad y la inteligencia de saber detectar cuáles son los temas que son parte de las conversaciones diarias de los uruguayos.

Es así que se ha transformado, de alguna manera, en vocero de esas inquietudes de la sociedad y, a la vez, actúa como interpelante de la misma.

Cuando lanzó el tema de las desigualdades salariales en la administración pública y el problema del contrabando, logró meterse en las mesas de los hogares, en los centros de trabajo y en las ruedas de los boliches.

Durante días los uruguayos debatimos sobre esas formulaciones del Presidente, dividiendo muchas veces a la opinión pública. Pero lo que quedó como trasfondo fue que Batlle puede comunicarse directamente con la población, estableciendo un diálogo a distancia, casi sin intermediarios.

Se puede discutir (se debe) si esos planteos atienden o no a los problemas fundamentales del país, que en este momento son la desocupación, las urgencias sociales y la recuperación de nuestra capacidad competitiva de nuestros productos de exportación.

Pero lo que no está en discusión, por lo menos así lo sentimos, es que Batlle logra, con golpes de efecto publicitario, que la opinión pública gire en torno a su figura y sus propuestas. Lo que se ha visto reforzado en este mes de enero, en la medida que el Presidente, con buen tino, no se ha dejado atrapar por la religiosidad veraniega, mientras que el sistema político vive - como siempre- la siesta de las vacaciones.

Mientras la mayoría descansa, el Presidente trabaja y copa el mercado de las comunicaciones con nuevas iniciativas. Y es en este marco veraniego que prepara su ofensiva para todo el año, lo que quedó claro en una reciente entrevista con el New York Times, en la que aseguró que está dispuesto a reformar "todo" el Estado.

Es así que después de algunas dudas iniciales, pone su mira sobre el futuro de Ancap. El tema de la nueva refinería de La Teja, corazón del ente, cobra nueva fuerza e interés. Aunque detrás de "si refinería no o refinería sí", Batlle prepara el mayor golpe político que puede dar un gobernante si nos referimos a esa zona de temas que son de interés público: la rebaja de la nafta y de los derivados del petróleo.

Si con la lucha al contrabando logró una manifestación de apoyo de los fleteros de bebidas, (tendríamos que ir a la época de Pacheco para recordar algo similar), es relativamente fácil imaginar el nivel de apoyo que lograría si en los próximos meses pudiera congelar o bajar el precio de la nafta y del gasoil.

En este sentido solo basta recordar que el doctor Tabaré Vázquez ganó la elección municipal de 1989 con la propuesta de rebaja del boleto, medida que pudo concretar.

Es que en un país en que por lo general no baja nada (parece ser una economía contraria a la ley de la gravedad), una rebaja en ese sentido va a significar una fuerte señal para el estado de ánimo de la población, pero también para la economía del país. El costo país se vería se vería reducido.

Batlle hace en este sentido una apuesta fuerte y sale en busca de un socio, complejo socio si los hay, que en este caso sería el presidente de Venezuela Hugo Chávez, quien está sentado sobre un mar de petróleo y es uno de los reanimadores de la OPEP. Por eso Chávez estará de visita en nuestro país en marzo y seguramente no vendrá a solicitar asesoramiento para elevar la calidad del fútbol venezolano.

La jugada es compleja, pero eso es lo que le gusta a Batlle que un día llama a manifestar ante las embajadas de los paÍses de Europa para que pongan fin al proteccionismo o que siempre recuerda como su padre, Luis Batlle, no dudó en comprarle combustible a los soviéticos.

Y es peligrosa porque a Estados Unidos no le va a gustar nada que Chávez extienda su influencia al sur del continente, más cuando la economía estadounidense ya muestra síntomas de un enlentecimiento en su desarrollo espectacular de la última década.

El entendimiento con Chávez puede ser una piedra en el camino para nuestra aproximación como país al Nafta, el principal mercado consumidor de nuestras carnes y que es, a la vez, la región que más atrae a Batlle, entre otras cosas porque culturalmente se siente más próximo de los anglosajones que de los latinos.

Para decirlo en pocas palabras: Chávez viene en busca de la refinería de La Teja, Batlle se prepara para negociarla a cambia de petróleo más barato.

Los dos se necesitan. Chávez quiere romper el cerco que le impone Estados Unidos y que lo recuesta en exceso hacia Cuba, pero al mismo tiempo sabe que no hay mejor negocio diplomático que el negocio económico y financiero. Una Venezuela, que necesita a gritos alimentos básicos, compitiendo en el sur de América en el mercado del petróleo y con el visto bueno de presidente liberal como Batlle, es un negocio completo.

Batlle, por su parte, apuesta a la rebaja de los combustibles, lo que significaría oxígeno para nuestra economía, lo que actuaría como un relanzamiento de nuestra producción. A la vez estaría dando señales a sus socios del Mercosur que Uruguay se apresta a complementar su producción con la de un país relativamente alejado de la zona, pero que puede integrarse a la región. De esta manera Argentina y Brasil tendrían que replantearse el relacionamiento con nuestro país, que ya no sería un simple socio menor.

Así están las cartas en el momento de darlas. Sobre el fin de la partida, nadie sabe lo que puede pasar. Batlle tiene claro que habrá refinería de La Teja si Venezuela invierte en ella, de no ocurrir eso parece estar dispuesto a cancelar las obras que ya se están realizando y optar por la compra directa de los combustibles. Esto pondría en peligro la existencia misma de Ancap, que sin una nueva refinería no podría obtener nafta sin plomo, limitando nuestra capacidad de competencia en la región.

El tema es que esto Chávez lo sabe, porque de alguna manera Batlle va a jugar con las cartas vistas en el momento de la negociación. Por eso habrá que ver cuánto es el interés de Venezuela en plantar bandera en el cono sur, algo que no ha trascendido públicamente con claridad.

De ese tire y afloje, surgirá no solo el tipo de asociación de Ancap y Pedevesa y quien invierte más en este negocio, sino que también conoceremos, de concretarse el mismo, cómo va a repercutir en el precio de nuestros combustibles.

Los jugadores ya están sentados en la mesa. La partida recién comienza. LA ONDA® DIGITAL





















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febrero de 2001